Paradojas

lunes, 24 de octubre de 2022


 


MARINA 

Hoy terminé Marina de Carlos Ruiz Zafón, era de imaginar que me gustaría, lo que no sabía  era que iba a tocar algunas fibras íntimas del ser, desde la causalidad de las cosas,  las historias, los lugares, hasta las piedras, esas que alguna vez fueron tu asiento, apoyo incondicional al borde del borde.

El autor dice que es uno de sus favoritos, tal vez tenga algo de autobiográfico y recorra también en él jirones de su piel o alma en llamas. Lo cierto es que Marina, Oscar, Germán, Eva, Froilán y hasta el “malo” de la trama  Mijail…son  seres llenos de pasión y al mismo tiernos y frágiles, que sufren y luchan en este mundo con los carriles impredecibles de la vida y la muerte.

En algún momento dice Marina  “siempre se recuerda lo que nunca sucedió”  y transitando esa premisa, leyendo, devorando las líneas entre sombras de mansiones oscuras y   húmedas, entelonadas de terciopelos negros y el volar de mariposas, uno, yo, tú, lector ávido, te desmoronas en la tristeza súbita de lo inasible, de lo tenue del existir, sobre todo cuando quieres hacer el bien al otro  y no puedes. Cuando lo amado está más allá de lo que tus manos pueden asir.

Lo irreal entonces se transforma en real, en la posibilidad de suceder. Hasta que no puede suceder.

Vaya esto en humilde homenaje  para este inestimable escritor, que tan joven  falleció dejando en el aire la promesa inconclusa de muchas más inolvidables obras y siendo  que él también será inolvidable para nosotros.

 

24 de octubre del 2022

© magdalena pizzio