Paradojas

sábado, 13 de febrero de 2021

CEMENTERIO DE PRAGA-DESDE UMBERTO ECO

 

 

LUNES 08/02/2021

EN ALGÙN  LUGAR DE LA PATAGONIA

Terminando el último libro de las “vacaciones”  El cementerio de Praga de Umberto Eco.



Lo empecé a leer en honor a una visita muy importante  para mí a esa ciudad y a ese cementerio, pensando que tendría alguna relación con tal vivencia.


 

Nada más lejos de la realidad. Y muy a mi pesar, estoy de acuerdo con algunas críticas que se le han hecho respecto a su argumento, pero de todas maneras, no puedo ponerme a la altura de tan eminente escritor.

Como bien dijo en alguna oportunidad, lo importante para él no era tanto el qué decía sino el cómo lo decía y por allí hay que sacarse el sombrero.

 

No obstante, dadas las actuales (y casi siempre históricas) circunstancias de nuestro país argentina, me gustaría compartir con Udes. unos párrafos que citaré de un personaje del libro, que viene a explicarme y dar un punto de vista (o de partida) a  la sempiterna temática del patriotismo, la identidad y acaso gobiernos vs. pueblo.

 

Y cito: “…Es necesario un enemigo para darle al pueblo una esperanza. Alguien ha dicho que el patriotismo es el último refugio de los canallas: los que  no tienen principios morales se suelen envolver en una bandera…La identidad nacional es el último recurso de los desheredados. …La identidad se funda en el odio hacia los que no son idénticos….Hace falta odiar a alguien para sentirse justificados en su propia miseria…”


 

 

Estas palabras que dejan al amor como lo anormal y al odio como lo necesario me dan mucho que pensar. ¿No estamos acaso siempre buscando alguien a quien echarle la culpa?  ¿No procuran los gobiernos siempre, en vez de agradecer lo que hay, denostar lo que no haya(o haya)  al empezar su función? ¿Estamos siendo responsables y conscientes? Parece ser que hay una compulsión a lo negativo y –alejándome de la política partidista- buscamos los errores afuera nuestro,  no en   cada uno.

Nos dejamos llevar del hocico hacia los desafíos más incongruentes en aras de una verdad desconocida. En pos de una mentira mentida mucha veces ya…

 

NO soy filósofa ni filóloga ni doctora ni nada, soy parte de un pueblo que desea sentirse defendido, amparado y representado por quienes les ha tocado hacerlo. Que UMBERTO ECO no tenga razón y sea el ODIO el móvil  de esta sociedad.


En estos momentos donde SÍ cabría decir yo no fui, es cuando más se necesita la unión. La búsqueda conjunta de soluciones. Dejar de lado el relativismo partidario y poner el hombro por esos desheredados, que no son pocos.

Y los gobernantes, que deben estar trabajando por el país, esa ¿nación? con una ¿bandera? demostrar de una vez por todas, que no importa el color, la procedencia, el apellido, el pariente, el poder y el dinero, importa la vida. Y el futuro.



magdalena pizzio