Con las
costillas agostadas de hambre
perdiéndose
en el mar inútilmente
no se
salvan tantas gentes y sus dioses
no tienden las manos ni sus preces.
Animal
hombre se condena
a ser un no
Ser perdido y cabalgando
en la
espuma horrísona de los ácidos
esos
que
entintan los poderes y las horas.
Con gritos
de silencio y gobiernos sordos
no somos
menos culpables los oyentes
se agostan
sin piedad las palabras
el
miedo el horror la impiedad
se enquistan
en los poros blanquinegros
y
escucho ahora escucho
un largo
llanto
y muerte.
04/08/19